Originaria de Asia occidental y de Europa meridional y central, esta planta herbácea bienal de la familia de las Lamiáceas se cultiva ampliamente en los países templados como planta ornamental pero también para producir un aceite esencial utilizado en la fabricación de licores o de perfumes.
La salvia era una de las plantas salvadoras de la Edad Media. Los griegos, los romanos y los árabes la empleaban comúnmente como tónico y en compresas contra las mordeduras de serpiente.
Las mujeres egipcias tenían la costumbre de beber su jugo para incrementar su fertilidad. “Quien tiene salvia en su jardín, no necesitará al médico” (dicho provenzal).
La salvia romana es más fácil de emplear y menos peligrosa que la salvia real de hojas grandes. El profesional la puede aconsejar para armonizar el sistema hormonal de la mujer.
Propiedades:
- Afrodisiaco
- Regulador circulatorio
- Estrogenomimético
- Antiespasmódico, relajante muscular
- Antimicótico
- Neurotónico
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